Aquí les va un desahogo de una situación vivida, un
poquito complicada, un poquito conocida, un poquito deseada, un poquito
envidiada; en fin, un COMBO, un poquito de todo. Así como las leyes de los
científicos "causa y efecto", por un momento así estuve y me sentía
extraño, consciente pero extraño, era un sentimiento nuevo, buscado y
encontrado, cumpliendo con la frase que dice: "...El que busca
encuentra..."
Tengo muchas interrogantes y conozco varias
respuestas, el detalle es que debía por mi propio bien, saberlas todas, sacar
el máximo provecho, asumirla, afrontarla y aceptarla. "...Las cosas pasan
por algo... ", ¿Pero por qué interfieren otros factores en esa ley de la
vida? Pienso que si las cosas son de uno y para uno, así pasen días, meses,
años, si es para ti vendrá lo que esperas o lo que necesitas.
Describiendo un poco la situación en la que andaba,
sabía que no estaba haciendo bien. Mis motivos no pasan de una hoja en blanco,
pero si deja mucho que pensar. Anteriormente realice un texto buscando
sincerarme conmigo mismo con la intención de mejorar; pero al ver que suponía
que las cosas estaban bien, me deje llevar por la soberbia, el deseo, el placer
y mi carácter. Estos factores que no he logrado dominar y sé que me están
dañando por dentro, son deudas conmigo mismo que debo de saldar que me servirán
para esa mejor vida que quiero llevar. Los antisociales pueden tener
sentimientos malos, intenciones malas y actitudes dañinas que afectan a la
sociedad que los rodea, pero en particular considero que si hago las cosas mal,
me estaría convirtiendo en antisocial; ya que afectaría al entorno que me rodea
con los factores que antes describí.
La soberbia, una vieja muy malvada, es como los
gusanos dentro de una guayaba que hace daño desde dentro hacia afuera, ésta
debería ser la enemiga de todos y la oveja negra que nadie desea tener. Pero
que lamentablemente muchos la llevamos a cuesta, nos agrada, pensamos que nos llena ante las humillaciones,
desagravios y nos hace superior a los demás. Muchos con honra la llevamos
encima de nuestra cabeza porque nos comemos al mundo, pensamos que tenemos agarrado a Dios por la
chiva, que el mundo es malo y nosotros no.
Que todo lo hago bien y soy el único que si lo sabe hacer bien. Esta
vieja malvada la llevo a un lado, encima, detrás, delante de mí, está en todos
lados.
Métodos, cura, tratamiento, ayuda especialista,
consejos y demás cosas que nos pueden ayudar es casi inútil. Lo único que me ha
mantenido quieto, calmado y apaciguado es DIOS. Éste si sabe qué hacer con uno
y con los males que llevamos y es al único que debemos recurrir. Pero como a
muchos casos incluyendo, la vieja malvada, como toda persona mayor, sabe muy
bien de qué manera entrar a tu vida, hacerte sentir bien y hasta
"aconseja" a su manera para que siempre le sigas en todo, nos
alejamos y nos olvidamos de lo principal...
DIOS.
A mí me ha tocado sentir a Dios muy de cerca cuando
estoy en apuros y recurro a él cuando siento que la soberbia casi en su
totalidad se ha apoderado de mí. Un día hice algo que ayuda a sentirte cómo se
siente la otra persona cuando le haces daño y de verdad quede muy humillado
ante la situación vivida. Mi anécdota es basada en un libro: LA CULPA ES DE LA
VACA justamente en el tema "Achicando la soberbia" aprendí que soy
casi nadie frente del maravilloso y espectacular universo que nos rodea, cuando
me desnudé en el patio de mi casa con ínfulas de grandeza, desafiando a todo a
mi alrededor y majestuosidad encima de mí, me quedé parado como por 7 minutos y
como vi que no pasaba nada, las estrellas, el cielo y hasta el aire no se
movían, me sentí como el propio tonto y humillado al ver que nada a mi entorno
pasaba, ni producía miedo, ni dañaba mi alrededor. Después me detuve ya vestido
y regresando al patio después de gran humillación, medité que hay cosas
maravillosas a mí alrededor, que no ganaba nada siendo así y que más bien hacía
daño al ser soberbio. Cuando me fije en la maravilla encima de mi pensé que hay
un Dios de seguro aun riéndose por la tontería anteriormente hecha. Y pues
aprendí a los "golpes" como quien dice a que no debe ser el soberbio.
Lo anteriormente escrito pasó hace rato largo, estaba yo joven como quien digo
yo. Ahora falta retomar a esa ayuda para regresar y recordar quien soy, al ser
humillado por el universo y su alrededor.
No sólo está la vieja malvada en mi vida; también está
el deseo y el placer, dos "amigas" que alborotan las ganas. Ése deseo
de estar con alguien para sentirme bien, no sólo estoy hablando de una relación
sexual, sino que de estar cerca de las personas que me gusta estar. Es un deseo
obsesivo de estar muy de cerca de las mujeres. Desde brindarle atención,
consentirlas, mimarlas, siendo detallista, indagando lo que les gusta y lo que
no, siendo atento, estar pendiente de su salud y bienestar. También logrando
meterme un poquito en sus vidas y demás cosas. No lo llamaría lujuria ya que es
el deseo posesivo de estar con las mujeres de una manera carnal, pienso que lo
mío llega hasta un poquito antes de estar con esa persona carnalmente. No niego
que la imaginación está y el deseo también pero mis sentidos y mi razón
respetan hasta cierto punto donde es mi límite.
El factor placer es satisfacer mis necesidades a mi
conveniencia, sin pensar en los demás, sin importar el daño que podría causar,
ni en los pro ni contras de lo que podría producir. Es solo satisfacción y ya.
Un mal pensamiento desde varios puntos de vista, pero este factor daña
amistades porque te estas aprovechando de ellos, haciendo cosas a tu
conveniencia. A nivel sentimental, relacional o Sexual, el placer es cumplir
con la necesidad de estar con alguien, bien sea en una cita, salida y hasta en
la cama. Diría que buscaba mi satisfacción y no la de la otra persona. Cuantos
de nosotros no usamos a nuestras amistades para cumplir una satisfacción y
después nos deshacemos de esa ayuda. En lo particular soy partidario de ello,
más si tenemos de aliada a la soberbia, que me permite hacer lo que me venga en
gana y agrandado mi ego a tal punto de que las amistades son cosas que la
usamos cuando se necesitan. También he sido víctima de un placer ajeno, no se
crean que yo siempre gano todas, como quien dice: "El que la hace, la
paga". Abiertamente les comento, que después de analizar fue que me vine
fijando que me utilizaron para una satisfacción y después "Chao
Cheo". Pero no entremos en detalle, dejemos que la mente haga el resto.
Aunado a esto, esta mi carácter; fuerte, hecho el
duro, inquebrantable, fácil de detectar y no de envidiar. Éste carácter que me
lleva hasta donde estoy, que daña a varios y molesta a muchos. Es difícil
encajar en un entorno donde le caigas pesado a varias personas, más si en el
ámbito de estudios o laboral, pero que se le hace. Mi actitud pasada hacía que
la gente tenga cierto miedo y desconfianza en mí, las razones son varias pero
dejémoslo en mi carácter. Éste carácter no agradable a varios, es un poquito
difícil de explicar, me han comentado que era amargado, aburrido, "un buen
hijo de su madre" y demás adjetivos calificativos. El detalle es que solo
ven lo malo, sé que siempre será así ya que no soy monedita de oro para
agradarle a todo el mundo. Por mi carácter, hasta las aves y nos niños se
alejaban. Es increíble darse cuenta de esto después. Por lo duro de corazón al
hablar, no podía encajar en ningún lado. Hay momentos en nuestras vidas que nos
sentimos solos, aun teniendo gente a tu alrededor. Tú podrías tener a la gente
cerca de ti, pero cuando se querían atar lazos de una comunicación, se sentían
cortados y preferirían no decir nada. El daño se lo hace uno mismo. Si tu alejas a tu entorno por tener un carácter difícil e intolerable, terminarás más solo
que el número uno (1). Aunque tengas encima a la vieja malvada, ella te
abandonará porque estará complacida del monstruo que creó.
Ya con la mama y sus tres hijos en mi vida, mi entorno
se convirtió en un campo nuevo que se debía explorar. De conocer gente nueva
para utilizarlas después, de ser superior, cumplir con mis deseos y
satisfacerme a mí mismo era lo que importaba. Una de las razones que me trajo a
escribir este texto fue una experiencia que a varios les gustaría tener y que
los que han pasado por esto desean que se repita o que jamás vuelva a pasar,
como es mi caso. Una experiencia dónde la soberbia estuvo al frente y sus
herederas al lado para hacer de mí una persona que irrumpió en una amistad y de
ñapa en la relación sentimental que esa persona tenia. Esa marca permanente que
no se borrará jamás comienza en una amistad entre amigos, donde el respeto, la
comprensión y la comunicación era el Fuerte de sí misma, donde pasar horas
hablando, de contarnos cosas y de aprender cosas nuevas era algo que alegraba
la tarde. Este personaje que acompaña mi relato tenia novia y para ser sincero,
era la primera vez que me pasaba esto, me caía mal, no me llamaba la atención y
me producía desconfianza la señorita de quien hablo. Retomando la amistad, les digo
que este amigo, me enseñó muchas cosas, es una persona de admirar, Buenos
sentimientos, de valores únicos y sobre todo un carácter Fuerte, que metía
miedo en varios y era un reto para otros.
Como decimos todos, "...todo iba bien hasta que metí
la pata..." en un momento determinado
y teniendo estos males encina, mi comportamiento, actitud y todo lo bueno que
tenía, era guardado en la gaveta de los olvidos, trayendo en ese momento más
soberbia, más deseo, más placer y un carácter de no envidiar. Cada vez que
quería hacer el bien y ayudar al alguien, mi ego y superioridad me indicaba que
no; que si una amistad necesitaba de mí, bien sea para un favor o desahogarse,
el placer me indicaba que no, diciendo que si lo ayudas podría ser usado y
después desechado. Ya todo era yo, el mundo giraba en torno a mí y yo era la
prioridad en cualquier ámbito.
La anécdota que relato tuvo cabida en el área laboral,
donde en un momento determinado reconocí a la "novia del pana"
laborando conmigo. En principio normal, el trato era solo laboral, aunque me
caía pesada, solo le daba instrucciones para hacer tareas específicas. Al pasar
varias semanas empiezo a presionar a la señorita, con más asignaciones y más
ordenes que cualquier persona le podía indicar haciendo pesado el ambiente y
quejándose a cada rato por la actitud antes mis superiores. "le bajaba
dos" como quien dice, pero después
retomaba mi soberbia y la pulía con ella. Un día se hartó de la situación y me
reclamo lo que hacía con ella, pero como empezó temblando, use esa actitud y la
hice mía, subiendo mi ego a tal punto que ella grito: - Que era lo que me
pasaba y que le dijera la verdad- yo solo le dije en voz baja: - quieres saber
la verdad, bueno ahí te va. Me caes mal, te noto como billete de quince y es la
primera vez que esto ocurre. Llorando corre y deja el lugar, haciendo que de mi
brotara una sonrisa cómo de "lo hiciste bien"; me sentía satisfecho
por decirlo. Después de ese incidente, las cosas fueron empeorando, ya mis
superiores me amenazaban con hacerme un papel y que le bajará dos al asunto.
Que ya está bien, que ya pasó sus tres meses de prueba, que no era justo que
siguiera explotándola. Ya eso no importaba hasta el momento que su novio me lo
reclamó, hasta ese momento paro la explotación. El trato paso a ser laboral y
de emergencia; es decir, podíamos trabajar juntos pero ni señales se pasaban
entre nosotros, solo casos en los que se salía de las manos de ambos y
ameritaba hablar se hacía y era por segundos.
No parecía yo, todos los valores, mis perspectivas
hasta los ánimos se habían transformado para mal y se podía notar a leguas de
distancia. Ya después y en un momento determinado analizo en casa lo que estaba
haciendo, decido no hacer más cosas
malas y trato de alejarme y quitarme de encima al Combo para así luego mejorar.
Un día paso algo interesante y que llamo mi atención; me posicionan para
trabajar con ella con cierta amenaza en medio diciendo que me portara bien y
dejará las escenas, accedo a ello y laboramos con "normalidad". Yo notaba
que se sentía asfixiada y suponía que era por mí, por trabajar con la persona
más pesada de la tienda y por hacerla llorar más de una vez. Pero como no le
hablaba no me importaba mucho. Ella atiende a un cliente y veo que se estira la
chemise como si se sintiese ahogada, me fijo la situación, menos mal fue a
tiempo porque si no se hubiese dado tremendo golpe en la cabeza, ya que en ese
momento de atención al cliente, ella se aleja un poco de la caja, forzó a su
chemise como para romperla y no aguantando la presión, se ruboriza tal punto
que se deja caer al suelo, viniéndose en un desmayo. Como pude evite que se
golpeara la cabeza, la colocó al suelo y empiezo a soplar con una bandeja para
que tomara aire fresco. Llamo inmediatamente a mis superiores y que ellos hagan
el resto. Yo cumplí con atenderla y me sorprendí por eso, sabía que estaba
haciendo bien. Al día siguiente de lo acontecido me acerco a ella y le digo que
como seguía, me miró, me dijo gracias y me dijo que estaba mejor. Eso me
alegro. Después, poco a poco las cosas se fueron dando, el trato personal era
pesado, pero la comunicación laboral se hacía más ligero. Pasado un tiempo, nos
estábamos hablando a tal punto que llegaron los saludos y el respeto a ese
ambiente. Ya las cosas iban bien o mejorando como quien dice. Un día, tomamos
confianza al hablar de un tema después de las 9:30pm (temas relacionales y de
sexualidad) con un grupo pequeño del trabajo y nos reíamos de los comentarios,
dejando a nuestras mentes hacer el resto. Así pasaron los días, la comunicación
se hacía más amena y las conversaciones más interesantes. Uno de los temas era
el tamaño del miembro reproductor de los hombres, que si importaba el tamaño o
como se le daba el uso, entre otras cosas. Recuerdo que todo lo siguiente
después pasó gracias a mí por proponer y ella de disponer, de abrir sus
sentidos y ser curiosa. Hablamos de vagancias y en cuanto al tema, todos nos
preguntábamos como él era el tamaño de cada uno y las mujeres se reían, yo dije
que si lo querían ver en fotos o de manera presencial, para romper el hielo y
meter cizaña en el tema. Como era el más tranquilo, se sorprendieron y no
pensaban eso de mí, pero como también soy del montón. Me preguntan: ¿tienes
alguna foto? digo que sí, - si lo tengo, ¿quieren pruebas?- (Estaba asustado
porque no tenía en ese momento foto alguna. Soy de las personas que presta el
móvil a quien lo necesite y por eso soy precavido en no dejar huellas). El tema
se cerró con naturalidad esa noche, pero quedó la cizaña en cada uno,
especialmente en la "novia del pana" que no dudo en preguntarme a
solas si era verdad lo que dije. Le dije que si para no quedar mal y me pidió
que si estaba en lo correcto que se la mostrara; viendo el interés y yo mis
ganas de saber si en serio lo que decía. Le dije que si estaba interesada que
guardará mi número y hablamos por las redes sociales. Así cada quien fue a su
casa a descansar, unos a pensar en su día laboral y otros a practicar lo
comentado después de las 9:30pm. Estaba tan emocionado por el tema, que de la
nada me llega una invitación a una red, acepto y efectivamente era la señorita
a quien le había dado el número. Comenzamos una conversación "normal"
y después nos fuimos al tema del trabajo, claro que no debí aceptar por ser la
compañera sentimental del pana, pero en ese momento no importó. Hablamos de
ello y sin mediar palabras y pocos mensajes ya estaba todo listo. Habíamos
cuadrado lo que importaba para ese entonces. De la nada, como por arte de magia
y como que el destino se ensaño conmigo, apareció una relación dónde los
protagonistas éramos ella y yo, donde ella en su papel lo hacía muy bien y yo
era el tercero pero no menos importante. Esa relación llego a los extremos
dónde se habló y se había acordado una regla mutuamente. No se puede hablar de
lo demás, ni entrar en detalles porque terminaría de romper con los valores
inculcados. Lo que les puedo asegurar que ya lo hecho, hecho está. La condición
primordial cómo toda relación de estas, es la confidencialidad, el que nadie
puede saber esto. Por mi parte, cumplí con lo acordado. Pero al tiempo se
suscitaron hechos que me hicieron desconfiar de ella. Hubo muchos reproches,
comentarios ajenos a los nuestros, pensamientos vanos y hasta reclamos de las
amistades que no debían estar por el acuerdo, pero que no le hacíamos caso. Yo
reclamé si había hablado de lo nuestro, ella aseguraba que no y yo de igual
manera confirmaba. Entonces tome las riendas y empecé a averiguar porque si los dos decíamos que no, había
alguien que sabía. Nos vería en un momento, lo intuía o alguien habló. Por mí
no importaba tanto, porque era una raya más para el tigre cómo quien dice, pero
No, no hable. Indagando y utilizando mis recursos, logre confirmar que si lo
había contado la señorita a una amiga. Ya para que, si ya el daño estaba hecho,
los rumores y los comentarios eran tan fuentes que decidimos dejar todo hasta
ahí. Podíamos seguir haciendo travesuras pero decidí en un desayuno en la que
la invite, romper todo vínculo afectivo. Me había hartado de hacer mal, sé que
lo disfrute y no me puedo quejar, pero ya estaba bueno.
Pueden suponer que la soberbia, el deseo y el placer
hicieron estragos con mi vida; que mi carácter determinante hizo que esto
llegará a mayores y si, es verdad. Soy responsable de mis actos y sé que no
debo arrepentirme porque si tuve los pantalones y mensajes para hablar, también
los podría tener para seguir adelante.
Fue una experiencia única en su estilo y en especias,
que hoy día no quiero hacerlo de nuevo. Tras tener una anécdota como esta,
donde perdí una amistad buena, ser el descarado del trabajo, el más nombrado
por todos, el hecho el santo, el tranquilito y el que no quiebra un plato,
terminó rompiendo la vajilla, el más travieso, el más diablito. Cabe destacar
que ya no soy de esa manera, ya retome las riendas de mi vida, desherede al
deseo y al placer de mi vida. Solo queda y por ahora la vieja esa (soberbia)
que no he logrado quitar. El deseo y placer solo aparece cuando se los indico y
para cosas buenas. El que se conoce sabe muy bien de lo que digo, el que se
conoce sabe que si desea cambiar lo hace, que si se necesita ayuda, solo debe
recurrir a Dios. Esta texto que se hizo relato en un momento determinado,
quiere dejarle a ustedes, como lectores que si dejamos que la vieja malvada
entre y gobierne nuestra vida, las cosas nos irán mal, se nos presentará cosas
que diremos que bien, pero que al tiempo diremos que mal. Que ella no está sola
y tiene muchas hijas y muchos hijos (cosas malas), Que tratará de meterlos en
tu vida para que así te vaya más mal, que te alejará de Dios y tus buenas
intenciones. Ahora me siento más tranquilo y seguro que antes, sé que hay que
seguir escarbando mi vida para así mejorar; tú puedes empezar a hacerlo
también, decisión tuya será a la final.
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