Como todo marketing publicitario que quiere llamar la atención, este título tiene la misma finalidad. La intención es que lo leas y hagas de él lo que quieras. Aquí hablará un corazón y un sentimiento maravilloso que solo tú has logrado crear. Si mis sentimientos lograran hablar como es debido, te aseguro que ya lo hubiese gritado a los cuatro vientos lo importante que eres para mí y cada hecho impresionante que has logrado hacer en mí. No recuerdo quien canta una frase que dice que al corazón hay que hacerle caso; por eso y por mi orientación de persona ilusionada escribo lo que aquí siente mi corazón, tratando en lo posible de que esto no siga dañando las cosas.
En este párrafo quiero hablar del pasado, esos buenísimos momentos que viví contigo y
que en mi memoria quedarán guardados, quiero contar de esa felicidad
instantánea que dañe por cometer un error y por último quiero añadir esos
pensamientos oscuros que invadieron mi mente y que provocó un remordimiento de
consciencia y hasta una parálisis temporal en uno de mis miembros superiores de
mi cuerpo. De los magníficos momentos, sé que llenare muchas
páginas porque en ese corto tiempo, supe vivir plenamente y feliz a su
lado, era feliz y me sentía feliz. Hasta
entonces cada momento, cada instante siempre la he pasado muy bien, contar con su compañía, sentirla cerca, verla sonreír y hacerla sentir bien para mí era un placer.
Complacerla era lo que más quería, darle lo que nunca me pediría esa era una
meta. Cada minuto a su lado, yo aprendía
algo nuevo, me inspiraba a escribir textos nuevos y un sin fin de estrofas que
complementaban varios versos que sólo ellas hacia que salieran de mi ser.
Tantas eran esas maravillas que hasta leía más, inventaba más, sonreía más y
hasta sentía por ella un sentimiento único cada día más. Un día dije que esa
"tontería" de las manualidades no iba conmigo, que era para ridículos
y hasta cursi lo veía; tanto era lo que decía que hasta hace poco logre meterme
en algunas manualidades solo para agradarle a ella e incentivar mi creatividad
que tenía años sin salir de la gaveta guardada bajo llave en lo
más profundo de mi corazón. La monotonía en ese periodo no se acercó, eran
tantas cosas las que se hablaban y se hacía que jamás nos cansábamos de hacer
cosas. Una de las cosas que siempre me ha gustado es el conversar casi todos
los días, eran varias horas y jamás era de lo mismo, cada día que pasaba era un
cuento nuevo, una experiencia única y anécdotas personales que sólo lo saben
nuestros corazones. La plenitud era tan obvia que hasta veía con ella la noche
y consigo la luna y las estrellas que me inspiraba ver tanta perfección junta
que sacaba unos versos para ellas. Nunca me llego aburrir su presencia ni lo
que hacía, es tanto así que me asombre demasiado y más me ilusionaba, ya que
para casi todas de mis pocas relaciones ese era un factor grave que ocasionaba
el término de la misma. El hacer lo mismo y el no hacer nada en un periodo
determinado me cansaba, me aburría y degastaba ese gusto u atracción por una
relación. Con ella era todo lo contrario, siempre me encantaba verla, ir a su
casa, pasar muchos ratos, tanto largos como cortos a su salo, para mí era sentirme feliz.
Considero que lo único que me disgustaba un poco era irme de su presencia para
ir a mí casa, eso era lo que no me gustaba, me sentía tan pleno y lleno que no
quería alejarme de tan maravillosa presencia celestial que alegraba mi
existencia.
La experiencia que jamás quiero que repita.
Aquí les escribiré lo que pasó un día 25 de agosto,
cuatro días antes de cumplir otro mes aniversario con mi novia, que me costó mi
felicidad y el término de la relación bien merecido. Todo comenzó unos días
anteriores a esa fecha dónde unos mensajes de un número desconocido llegan a mi dispositivo móvil una noche
estando con mi novia, unos mensajes comprometedores donde hace cambiar el gesto
mi rostro e hizo que la fiesta se me arruinara por intuir quien podría ser. Al
cabo de un día ya tenía el nombre y apellido de esa persona y el cómo obtuvo mi
nuevo número, yo cambie de número por
esa misma razón, no quería estar en
contacto con relaciones pasadas u personas de no interés para mí. Sabiendo quien
era, comienzo a contarle cosas actuales de mi vida, en donde me enfoco en mi
relación actual para que no haya duda que tengo novia y que estaba bien así. En
situaciones siguientes los mensajes cesaron y eso me alegro mucho, dije entre mí, la chica se calmó, pero cuando lo pensé un día en voz alta, aparece de nuevo sus mensajes pero éstos eran más
motivadores que los demás. Ella me pide que nos viéramos y que le aclarara
frente a frente lo que decía, creyendo cómo siempre, accedo y pongo en
pensamiento esto: "Tranquilo Jesús,
no pienses mal y no lleves preservativos que lo que vas a hacer es
hablar y nada más" yo tenía tres intereses en mi mente: Terminar con todo
lo pasado con esa chica, desahogarme un poco y hablar de algo que me contó
meses anteriores y tenía que ver con la medicina alternativa ya que estoy
pasando por una situación difícil y no tenía muchas opciones
para acumular veinticinco mil bolívares para mi operación. Llego a
Barquisimeto, me encuentro con la chica y caminamos un rato, decidimos
llegar en acuerdo a un hotel y platicar,
instantáneamente le dije que nada de sexo porque no está en mis planes y
menos si tengo novia. Considero que más caminamos que lo que estuvimos en ese
sitio, esa estadía fue solo de una hora,
pero ahora sé que esa pinche hora, destrozo una relación
maravillosa de casi dos meses. Retomando lo anterior, pasamos y nos sentamos a
platicar, todo acorde al plan, ni me quite los zapatos y ella ninguna de sus
prendas. Pasaron así muchos minutos y busco los intereses que tenía en mente, se los
planteo y continuamos así. En un momento determinado hubo un acercamiento
extraño que llamó mi atención y cuando logró actualizarme, ya estaba ella
encima de mí y yo
tomándola, no pasó nada de tiempo cuando estaba ella sin ropa y yo de
igual manera y me dejo llevar por lo carnal y me adentro en ese vicio cayendo
como tonto en lo que no quería y en sus planes. Por primera vez y espero sea la
única también, lo hago con un remordimiento de consciencia y lo hago de mala
manera, diría de esta manera, así como lo metí también así mismo lo saque. Valga el término vulgar y un dicho coloquial "duró más un
peo en un chinchorro". Así haya
sido muy corto el tiempo, ya había metido la pata, el brazo, y todo el cuerpo
cometiendo ese error. Lo que paso antes de salir llamó mi atención y me motivó
más en salir de donde estaba; primero sentía la mente cochina, la consciencia
negra y mi cuerpo pesado. Era algo extraño que hasta mi brazo izquierdo se paralizó y me
dolía sin motivo alguno. Tan mal me sentía que exclamé ¡NO PUEDO! y salí como
una bala, me senté y me agarraba la
cabeza en señal y signo de decepción conmigo mismo. Antes que pudiese
reaccionar de una manera mala, decidí disculparme con ella y me metí al baño.
Cuando salí le exigí que saliéramos de ahí y que jamás nos volviéramos a ver. Asumí
mi responsabilidad de haber llegado hasta allá y haberme enredado con ella en
las sabanas, pero que ya más no podría pasar. Como reacción contraria, la chica se disgustó
demasiado a tal punto que no quería salir. Fui calmando la situación hasta que
salimos de ese sitio para jamás volver a ir. Ella me tiro lo más cercano al
terminal y se fue a agarrar su carrito e ir a su casa, supuse. Ni un adiós ni
nada, algo que no me importo, solo quería irme y confesarme por haber obrado
tan mal. Esa es toda la historia, cabe resaltar que acepto mi culpa, que ya
formo parte del montón de hombres que siempre he querido no pertenecer, que
decepcione mi vida y destroce el sentimiento de una chica excepcional. Que no
hay vuelta atrás en el tiempo y que sólo me queda afrontar la realidad y lo que
decidas hacer conmigo.
Cuento ahora de esa Felicidad Instantánea, que me hizo
ir al cielo por muchos días y que por cometer un pinche y significativo error
me costó que esos días allá arriba en el cielo, bajase de golpe y dañara esa
felicidad. Empiezo por decir que la felicidad la encontré con ella, no hay nadie que supere lo que ella ha podido
hacer, ella jamás necesito ser más que nadie, hacer maniobras, malabares o
cosas extraordinarias para hacerme feliz, considero con bases que solo hizo lo
que tenía que hacer, en palabras cortas dejar a mi alma y mi
corazón enamorados, en un gesto, guiño, muestra de cariño enloquecer mi cuerpo
y sus acciones hacían que en todo mi ser encontrara satisfactoriamente la
felicidad que tanto anhelaba. Realmente entendí que Ser Feliz era muy distinto
a Sentirse Feliz. Con ella logre unificarla o hacer que cada cual siguiera a la
otra. A mi criterio, sentirse Feliz, es convivir con alguien mediante un tiempo
determinado y encontrar demasiadas maravillas; en cambio, ser Feliz era ser
novio y amigo de ella. Para mí eso es la felicidad. Porque errar es de humanos, no
soy el único que nos lo pueda cometer,
esto no es justificación, solo es un dicho que ha llenado libros. Aunque
errar está en cada uno, yo rebase los límites establecidos de cometer un error,
puedo decir con mucho arrepentimiento que fui humano, débil, estúpido y un
pobre diablo al cometer semejante atrocidad. Haber hecho en tiempos anteriores
era como colocarse una raya más en el hombro, pero como estamos aquí, en la
actualidad, lo que hice me costó mi felicidad, provocó un caos en el corazón y
una pérdida total de un gran amor. El no apreciar una confianza
que estaba en mis narices, no pude decir lo que paso justamente el mismo día, o
días consecuentes, vino gritando un corazón arrepentido semanas después, y lo
hizo porque sabía que entre más una hermosa mujer demostraba lo mejor de
sí, este corazón se sentía aprisionado y
no podía ser el mismo que siempre lo ha caracterizado. Si en toda mi pinche
vida he sido sincero, ésta no podía ser una excepción, tenía que decirlo,
hablarlo y expresar un arrepentimiento verdadero, claro y sincero. Aunque los
resultados ya los intuía, el ser como soy ameritaba decirlo, el hecho de querer
llevar una vida tranquila y en paz consigo mismo urgía hablar y ante la
presencia de un amor verdadero tenía que expresarlo.
Aunque el entorno no quiera fue una de mis
inspiraciones que jamás pude terminar por motivos ajenos a mi voluntad, pero
que hasta ese entonces podría decir que llevaba varias líneas contentivas de
mucho sentimiento, molestia, disgusto y pruebas diarias en cuanto a la relación
que llevaba. Saco a la luz esto porque recuerdo unas líneas que escribí:
"Aunque el entorno no la quiera, yo si la quiero", "Tengo que
demostrar que ella es la chica de mi vida", que "solo Dios y yo saben
del sentimiento que brota de mi corazón". Estas frases son las que
resaltan de ese texto jamás impreso. Para cada una de estas frases les tenía su explicación y
anécdotas únicas de un sentimiento verdadero. Para esa primera frase, más que
demostrar, era hacer sentir ese sentimiento al entorno dañino que no me dejaba
en paz, aunque eran unas cuantas personas, impedían ser feliz a plenitud. Si
esa minoría no la aceptaba por motivos desconocidos, por caerle mal, o
simplemente no le "cuadraba"
para mí era un reto hablar de ella a ese entorno, yo hablaba
maravillas y ellos me salían con cuentos y nada de bases. Como soy partidario
de hablar con base, no les prestaba atención. Tanto va el agua al cántaro que
hasta hubo un día que no hablaron de la relación, con hechos es que se
demuestra una realidad. Una frase que escuche de tus hermosos labios dice:
"... Hablar con bases, es destruir con clase..." Ese sentimiento que
brotaba dentro, hizo que las aguas turbias cesaran y se calmaran unas personas.
En la segunda frase, lo hacía con tan
gracia y estilo que veía que la gente se mordía el codo. A nadie les tenía que demostrar nada,
solo usé esa frase para tener un punto de partida, yo a quien debo demostrar
que eres la chica de mi vida es a mí mismo. Los demás
pueden ir a ver si puso la cochina y comprar querosén en
polvo. Yo lo que hacía era lucir un sentimiento único en su especie, un
sentimiento jamás visto y jamás vivido. Yo no necesitaba demostrar nada, solo tenía que darme cuenta
que ya teniendo esa relación, tenía el amor de mi vida. Nadie puede ver o sentir más allá
de la vista o el olfato, con estas palabras cuento la tercera frase que he ido
desglosando anteriormente. Una verdad que sobrepasa los límites del
entendimiento, una realidad que supera las fronteras de la maldad y que es un
secreto de Estado entre los cielos y yo. En otras oportunidades he escrito que
un sentimiento no puede ser medido, nadie puede calcular semejante muestra
mutua de cariño entre dos seres que se quieren mucho con demasiado. Los
secretos no se dicen, para que sea más real y duradero. Un corazón jamás
hablara pero lo cierto es que hará que unos dedos pulsen teclas formando muchas
palabras o unos dedos y un lápiz escriban demasiadas frases y poemas que harán
un intento de acercarse a esa realidad.
Tuve un mal sueño.
Cuando
mis ojos logran abrirse, siento que mis ojos están hinchados, reviso
el celular para ver la hora, específicamente son las cuatro en punto de la
mañana. En esta oportunidad quiero contar que tuve un mal sueño, de esos que no
quieres que se vuelva realidad y que sólo quede ahí entre la almohada y uno
mismo. Mi pesadilla relata un sentimiento que grita tu PERDÓN con lágrimas en
los ojos, por
haber cometido ese error. En el sueño pasa algo jamás visto en mi vida, lloro
por una mujer, sé que los hombres lloran, yo también lo he hecho y
justamente en sueños anteriores lo he vivido, lo digo en el sentido de ¿Jesús Manuel llorar por una Relación? Si, efectivamente lo hice y ahorita que siento esto, analizo lo que pasó, mis ojos se llenan de esa sustancia líquida que empieza a formarse detrás del ojo y se refleja cómo gota de lluvia, que se deja
llevar por la piel de este pobre hombre. Cuando se llora por una mujer, lo
indican varias canciones de género ranchero es porque confirman que si hay un
amor, un sentimiento, algo maravilloso y
que ya no está en sus vidas, así ando yo.
Un amor de verdad se llora, y cuando esto pasa no se sabe qué hacer, aunque se
lograse devolver el tiempo y borrar ese pedazo de historia o simplemente
cambiarlo sabemos que no tendrá éxito. Llorar es la última opción que tengo
para demostrar un sentimiento que jamás tuvo la oportunidad de hacerlo de
manera verbal. Es el llenado de recuerdos, anécdotas y experiencias que he
vivido y que por caer en la mentira y la infidelidad no tendré más.
En el sueño que logró
que este texto saliera cómo
pan caliente en la mañana, relata un video
jamás visto en mis ojos y que lo escribo para caer en razón, sentirme mal y
recordar con lágrimas que un ser maravilloso me brindó todo lo
mejor de ella y no pude apreciar o valorar. Que ahora que no está, en donde
caigo en cuenta un valor incalculable y noto que el error pudo haber sido
solucionado con la utilización de una mano. Por ser hombre y tener debilidad de
las mujeres es que me pasó esto, también por no terminar y poner firmeza una
relación pasada; mejor dicho, no tuve los pantalones para afrontar esa realidad
y cumplir con ese pensamiento que llevaba desde que salí de mi casa ese día
hasta cuando llegue a Barquisimeto y entré solo una hora a un hotel. Se pudo
haber evitado, se pudo haber callado, se pudo decir, a todas estas sí, pero
con oraciones distintas. En la primera pudo ser evitado con tan solo no ir; en la segunda,
también lo hice, pero algo dentro me carcomía el alma
que hizo que llegara al tercer punto,
guarde y no confíe en ella, aun sabiendo que ya antes se había hablado y
podía tener un efecto menor al de ahorita. Entre más pasan los días guardado un
secreto o un error, más tienes la posibilidad que se sepa y puedas perder algo
sumamente importante para tu vida, lo digo con bases y esta experiencia me lo
recuerda a cada rato. Este sueño relata una historia donde los
protagonistas somos nosotros, donde uno de los corazones grita ante una
comunidad haber metido la "pata". Todo ocurrió en la iglesia, en una
reunión que había, llego tarde y apenas veo a varios de los muchachos y enfocó
mi vista ante la mujer
de mi vida, todo cambia, el recuerdo crudo de saber que la relación se había
acabado y entender que eres demasiado valiosa para mi vida, hace que al
terminar la reunión te pida unos minutos para decirte cosas que nos las tenía al momento pero que
dándome esa oportunidad iban a fluir como agua en el río. Me percato un rechazo
que es aceptable y que no quieres que ni siquiera me acerque a ti, exclamo ser escuchado y aunque no me permitías tocarte, te
impedía el paso con mi cuerpo para que le dieras chance a este corazón. Con intentos fallidos tomo el atrevimiento y
aprovechando la oportunidad de que estas muy cerca de la pared, yo evitó que
continúes caminando colocando mi brazo izquierdo y luego el derecho en la
pared, fue mi
última opción que utilicé para que me dejaras hablar, pero como dijiste algo,
baje mis brazos y me puse a llorar como niño chiquito. Más que palabras, fue
una frase y hasta se escuchó como pregunta he hizo que me doliera en la “madre” como quien dice:
¿RESPETARÁS MI DECISIÓN? Si, dije sin dudar y me puse a llorar como cuando un
niño tiene un globo que lo
retiene mientras lo hace feliz y llora por haberlo
soltado. Ese sollozar fue tan tremendo que me despierto por sentir mi almohada
húmeda. Esta historia no tiene final feliz, solo una realidad que no puedo
aceptar.
Es increíble que haya que pasar por una
cosa de estas para lograr entender la definición de empatía. Ahora si estoy en
la posición de la otra persona y entre más me adentro a esa palabra, algo me
dice que no escriba y que las posibilidades de que leas esto son pocas, tras
haber pasado por tremendo momento, no provoca seguir y tirar la toalla en la
relación. Un engaño y decepción no tiene aguja, ni remiendo que pueda arreglar
las cosas. Pasa como la historia de un hombre que siempre hacia mal a los demás
y un día le enseñan algo que le llamo la atención, le dicen que arrugue un papel y forma una
bola con ella; el hombre cumple con lo cometido, ahora le dice el otro hombre,
trata de estirar ese papel nuevamente y déjalo como estaba cuando
te lo pase. Por más intentos que hiciera el hombre dijo que no se podía, este
otro lo puso a pensar diciendo esto: Así como esta esa hoja arrugada están las personas a quienes por
palabras y hechos has herido sin pensar y por no tener un poco de empatía.
Señorita yo no quiero arrugar el papel de su vida, ya
creo que he hecho suficiente con lo que hice. Anteriormente conté lo que sentía
y escribí con tantas ganas que el texto se hizo largo. Ahora quiero entender un
poco su situación. Soy muy lento para captar las cosas y lo sabes, hasta tonto
para fijarme de pequeñeces que están al frente de mí, pero con estos
días he reflexionado que no puedo huir ni aceptar el término de la relación.
Una de las cosas que he querido entronizar es el cómo se siente usted desde ese
momento y hasta ahora. Si estoy en lo correcto, por tu mente han pasado muchas
cosas, varias malas palabras, deseos de querer odiarme y hasta de golpearme. Si
no lo estoy, corrígeme por favor. Soy tan egoísta que mi mente se tranca en
querer ir más adentro de lo que siento para entender a plenitud lo que sientes.
Con tantas malas experiencias en el ámbito relacional pasadas que no supe
captar que por fin el amor llego a mi vida y decido tirarlo al abandono. Tanto
que le había pedido a Jesús que por favor me mandara el amor para poder
disfrutar de él y así centrarme en mi vida y poder hacer la familia que tanto
espero con él de testigo
y mira como no le preste atención y daño al amor y mi vida cometiendo un error
garrafal.
En esta vida hay que tener dignidad para poder ser
quien uno es, la dignidad es escudo y bandera blanca que siempre irá delante de
ti, escribo escudo porque cuando pasen dificultades, la dignidad se reforzará
para que no te dejes llevar por los demás y te gane la dificultad y no pierdas
el sentido de tu vida y digo bandera blanca, porque habrá solo una oportunidad
para que saques una única vez la bandera y digas me rindo, sé que no gane ni la
batalla, ni la guerra, pidiendo una oportunidad, esa de que quedar vivo y
resignarse a los contrarios. Cuando sale a la luz ese escudo, también sale junto
a ella el orgullo y consigo muchos pensamientos tales como: ¡Yo sí puedo aguantar! Un
día me duró el escudo frente a mí, pero es tanto el daño que he sufrido que ni rastro
de lo que soy queda, la vida me ha golpeado tanto de frente que obvie un
centinela que estaba en mis filas, me percaté cuando ésta me daba por la
espalda, logro verle la cara y reconozco que es mi viejo yo, que pensaba que había
sido expulsada por dañar mi batallón en oportunidades pasadas. Ese ser que he
odiado y quiero que se vaya de mi vida,
que entre más hago el intento de hacer algo bueno, viene éste y lo daña, pasa como la frase que dice: Lo que haces con
las manos, lo destruyes con los pies. Ahora ya derrotado y vuelto en la miseria
de mí mismo, no muero en guerra como todo superior en
batalla; más bien, en estos momentos es donde saco mi bandera blanca, mostrando
resignación ante la vida y ante ti, esta única oportunidad te la ofrezco a ti,
las lágrimas, mis pensamientos, este momento te pertenece, mis letras y
palabras también, porque te lo mereces. Sé que lo que pasó es
una experiencia que jamás olvidaré y que me dará fuerzas para seguir adelante y
no volverlo hacer. Mi bandera blanca es signo de que me rindo, que no puedo
avanzar más y que seas tú la que decida qué hacer en mi vida.
Mis sentimientos no cambiarán, quiero que lo sepas.
Sin más nada que agregar, esperando que estas líneas
sean leídas, me despido pidiendo PERDON de todo corazón por todo lo malo.
No hay comentarios