Hola amor espero estés bien, en Esta oportunidad te
escribiré algo muy similar a la realidad que un día me gustaría tener contigo.
Tú la has hecho bien y creo que mi deber es hacerlo también como tú.
Hemos
llegado al momento en el que soñamos con estar juntos, más juntos, mejor dicho;
pasar momentos increíbles uno muy Cerca del otro. Hoy te corresponderé a ese
reto que tomamos de escribir una escena en la que los dos somos los
protagonistas; sabemos cómo somos y entre los dos tu Eres la pieza sutil, mente
tranquila y romántica de la relación. En cambio, yo soy la parte brusca, mente
sucia y la persona que tiene deseos morbosos. Es por ello que el reto es
escribir lo opuesto de uno mismo; es plasmar en letras una cena Donde tú harás
la parte morbosa y yo hare mi parte contraria, que es la parte romántica de la
cena.
Ahora
bien, después de Esta antesala, procederé a escribir mi parte... solo
piensa y disfruta de lo que te escribiré. Espero sea de tu agrado.
Esta
es la historia de un chico llamado Jesús y su novia Liz, que desde hace mucho
tiempo han querido hacer algo diferente en su relación de dos años y han
planeado cada quien con su parte dedicarse una noche solo para ellos. Donde la
monotonía y el aburrimiento no estarán invitados y quien tendrá la batuta será
el amor y el deseo ferviente de pasar un día especial.
Todo
comienza con el chico, un día desde muy temprano se levanta ansioso porque el
día más esperado Esta ante sus ojos, no pierde oportunidad alguna para idear,
plasmar y planificar lo que será su día junto a su novia. Desayuna y siente que
es el momento de montar lo antes mencionado.
Compra
las cosas para la cena, algunos detalles que sabe que a ella le gustara, dulces
y chocolates para la hora del postre para terminar bien contento una buena cena
y unas que otras cosillas que sabe que ellos podrán usar juntos después de la
velada. Cuadra los tiempos y queda en verse con ella en sitio aparte del de
costumbre a una hora pautada. Faltando hora y medio el chico empieza a preparar
la cena, no la compra porque sabe que sus comidas le gustan mucho, así que se
destaca en una comida especial para los dos. Mientras la cocina hace lo suyo él
va colocando la mesa; es decir, los platos más bonitos, los cubiertos adecuados
y Esta vez decide no colocar los vasos que compraron sino unas y muy bonitas
copas adornadas con un hermoso tallado de una imagen característico en ellos...
El
aroma que se percibe en el ambiente indica que ya Está lista la comida y que la
debe tapar mientras se prepara ahora el para su encuentro con su novia. Pues
bien, hace lo típico, se da una ducha y al salir arregla la ropa que se pondrá;
lustra sus mejores zapatos, se planta su mejor camisa y se perfuma para
la ocasión.
Terminado
esto, el chico se observa en el espejo, se fija que todo esté en orden y en su
sitio, todo limpio y arreglado, revisa la cocina y repite que todo esté bien y
en su lugar.
Faltando
media hora, sale en busca de su mejor compañía y el suplemento que le da vida a
su ser; con el tiempo medido llega al lugar Donde la novia lo aguarda y este
chico boquiabierta la ve deslumbrante e irradia un brillo hermoso en su rostro.
Las palabras bella, preciosa quedan cortas ante la maravilla que se posa al
frente, le saluda y le planta un rico beso de bienvenida. Turulato por lo
espectacular de su novia, reacciona y se acuerda de los planes que aun
comenzaban para los dos.
Toman
un vehículo que los transporta al sitio pactado por el joven. El chico en el
trayecto platica con la joven y no deja de elogiarla por tal belleza expuesta
ante él. Luego de que llegan al sitio, muy caballero él le abre la puerta a su
dama para que salga y Cuando lo hace, este le pide un favor, saca un bonito y
cómodo pañuelo y le venda los ojos para que lo que vendrá después sea de entera
sorpresa para ella.
La
chica accediendo a lo que su novio le pide que caminen por un pasillo y al detenerse el
joven le pide que se quite la venda; Cuando ella lo hace observa el lugar y se
deleita con sus ojos al ver lo que le había preparado. Le toma de la mano y la
conduce a la mesa preparada y se le pide unos minutos para servirle lo que con
mucho amor le preparo. Llegando la comida, ella le sonríe quedando convencida y
encantada por lo que él le hizo, saca de un lugar frio una botella de un rico
vino, le sirve y brindan por tal momento, por los dos y su relación y por la
vida que les espera en su futuro. Se degustan la cena y comparten el vino entre
los dos. Terminado esto, viene el postre que también queda encantada la chica y
al terminar, el joven la lleva a un sitio no muy lejos de Donde estaban pero
con sus ojos vendados. Al llegar al lugar, se escucha una música de fondo muy suave
y muy romántica. El joven le quita las vendas a su novia y se arrodilla ante su
presencia, saca de su bolsillo una cajita contentiva de un anillo precioso que
lo compro pensando en ella; le dedica las palabras honestas y sinceras y con
las palabras más idóneas le pide que si quiere ser su esposa.
Su
plan siempre fue declararse al método antiquísimo, muy de caballero, muy
romántico y muy detallista como sabe que a ella le iba a encantar. Anonadada
su novia, no suelta ni un ápice de sus labios, algo que intriga al joven quien
toma la decisión de repetir la propuesta y hablar más claro que antes para así
darle chance a su novia para reaccionar.
Esperando
la respuesta de la chica termino esta historia. Tengo dos razones y las detallo
a continuación:
* Esta es una historia que un día se cumplirá y si el caso fuese asertivo...
* El final de la historia depende única y exclusivamente de la novia.
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