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Distancia.

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En esta ocasión hablaré de un tema que es de mucho interés para muchos, para otros un tema para dejarlo a un lado o una cadena de pin q...
Commentarios febrero 01, 2014
Distancia

En esta ocasión hablaré de un tema que es de mucho interés para muchos, para otros un tema para dejarlo a un lado o una cadena de pin que ni siquiera leerás. Realmente lo hago por una petición y espero sea de gran ayuda, motivación e interés para el lector que decida tomar un poquito de su tiempo.

En un consenso con unos compañeros logramos definir esta palabra: La distancia es la longitud de separación existente entre dos puntos en el espacio.

La distancia puede presentarse de diferentes maneras: Distancia en lo relacional, en lo familiar, en amistades y a nivel personal.  En este tema lograré abarcar cada uno de estos puntos ya que me pidieron el favor que hablará del mismo. 
Agradecimientos a las personas que lean este tema,  en especial a aquella persona que se siente distanciada de un familiar muy querido, que desea motivarse y además quiere saber desde mi punto de vista que es para mí la distancia y como lo relaciono en los puntos antes descritos.

Desde muy pequeños nos enseñan de una manera no tan clara lo que es la distancia; me hacen recordar cuando estaba en esa época de infancia y se elegía un día determinado para cantar en las afueras de un colegio el himno nacional y nos exigían que tomáramos distancia y a mi mente se venía está frase: "... Chicos tomen distancia... ", recuerdo que extendíamos los brazos en el hombro del que se encontraba al frente para separarnos y poder cantar el himno; diría que este fue mi primera definición de distancia.

En la misma infancia aprendí a tomar distancia cuando llegaba la familia a la casa y nos separaban de las primas,  ya que nos decían: "cuidado, cuidado que entre primo y prima se exprimen"; nos alejaban o separaban de nuestras primas porque pensaban que podía pasar algo; pues a esa edad que mal  va a pensar uno, pero que se le hacía,  debíamos hacer caso y así lo hice.

A medida que vamos creciendo también crece nuestro intelecto, y menos mal porque si no, aún extendería mi brazo para cumplir dicha definición. Después que estamos en determinada etapa las cosas que no sabíamos y nos inquietaba la mente,  solo debíamos recurrir al diccionario; por tal motivo y gracias a ello sé que es la distancia.
Una anécdota de la distancia fue  en bachillerato y escuché que se debía "guardar distancia"; en su momento no captaba y no entendía porque se guardaba la distancia, hasta que observé a una pareja en el liceo y llega un tercero y se hace presente, uno de los personajes le exige que guardara distancia con su novia porque si no iba tener un problema; hasta entonces aprendí y yo también guarde distancia cuando habían parejas. En el mismo bachillerato aprendí de la distancia en una materia que se dice que es una de las "maría",  en la cual me gustaba en su momento.

Un punto que no nos gusta tocar pero que la practicamos mucho es la distancia personal, el alejarnos de las personas para ese encuentro de tú a tú contigo mismo,  este punto debemos asumirlo para nuestro bien; a veces, es bueno decidir y elegir lo que nos gusta y lo que no,  distanciarnos de las cosas malas que en nuestro cuerpo y dentro del corazón habita; así como el yoga permite el equilibrio personal a través de la concentración, así debemos distanciarnos de nosotros mismos para buscar concentración profunda y lograr entender las situaciones que nos agobia y nos asfixia, para darle solución pronta y alegre.

Muchos de nosotros cuando sentimos un peso encima o queremos despejar la mente para no pagarla con cualquiera, tomamos distancia de las personas para así no meterlas en nuestros asuntos y evitar daños mayores.  Este tipo de distancia solo se logra cuando estamos full de distracciones,  problemas y cuando estamos decaídos con nuestra autoestima.  En lo referido anteriormente es difícil pensar con la cabeza fría para poder alejarnos y distanciarnos de la situación.  A veces metemos a todo el mundo en nuestros problemas,  contamos, hacemos y deshacernos con alguien buscando una ayuda superficial o mejoramiento personal siguiendo unos patrones y ejemplos de los demás. Algo que he aprendido desde hace poco es: "... El ser humano es causa de sus propios problemas y también es la solución de los mismos..."
Cuantos de nosotros decimos y contamos los problemas a nuestros amig@s,  vecin@s,  familiares buscando una posible solución con sus palabras pero no teniendo éxito; a veces, sin contar que ellos también podrían tener los suyos más o menos fuertes que los de nosotros, aunque no nos importe eso, aun así vamos y le acumulamos los nuestros; para mi criterio personal,  esto no me parece justo  ni debe hacerse.  Todo debe mantenerse en secreto,  debe mantenerse en nuestras "goteras"; cumpliendo con el dicho que dice "... Nadie debe saber la gotera que hay en mi casa..."

Cómo cada cabeza es un mundo y que cada loco con su cuento,  podemos interpretar que aparte de nosotros hay personas que padecen, sienten  y sufren de este tipo de situaciones que nos alejan de los demás y de nosotros mismos. Debemos considerar a cada persona y respetar sus "goteras", no podemos llegar de la noche a la mañana a alguien para contarle algo que tal vez ni le importe,  no pueda ayudarte, no quiera hacerlo y como pasa muchas veces no sabe cómo hacerlo.

El hecho de desahogarse con alguien no quiere decir que el otr@ va a solucionarlo, hay que saber buscar en determinadas personas la ayuda que necesitas.  Un psicólogo es una persona preparada y la adecuada para este tipo de situaciones, en estas personas lograrás una mayor liberación y lograrás centrar tus ideas para así solucionarlas con tus propios medios.

Cabe destacar que también de las amistades nosotros tomamos distancia, más cuando vemos en ellas que tienen otras intenciones que no concuerdan con los nuestros; los amigos son lo mejor que ha existido hasta ahora, pero hay casos de casos que nos impiden a confiar plenamente en una persona.  De esas amistades que son dañinas debemos alejarnos porque podrían con su insistencia causarnos problemas; sabemos que uno mismo es el que echa a perder pero hay momentos en que esos personajes insisten demasiado y caemos por no despreciarlo, dejarlo con la mano extendida,  con la palabra en la boca y porque también a la final queremos.

A nivel relacional la distancia juega dos factores, las cuales pueden ser: Buenas o malas.  Dentro de cada criterio debemos entender cuál para nosotros es la adecuada. Para unos es fortaleza y para otros es olvido o la etapa culminante de la relación. Debemos asumir con la cabeza en alto estos dos factores que podrían ayudarnos o empeorar la relación.

La distancia en la relación, fortifica lo que siente el uno del otro,  aferrándose de la confianza y comunicación.  Quien toma distancia arriesga muchas cosas y posibles situaciones un tanto difíciles; pero para quien AMA de verdad estos obstáculos pueden vencerse... Hay amores a distancia de las cuales ha funcionado a pesar del tiempo en el que se ha invertido.  Tampoco es una distancia permanente,  solo que por motivos de estudio,  trabajo o familia debe alejarse un poco de tu lado. Como dije anteriormente la comunicación es esencial para que una relación de este tipo se dé; pero como sabemos,  no solo de palabras vive el ser humano,  también debemos hacer el esfuerzo para acercarnos a esa persona;  las visitas a donde esté alegra y logra llenar el vacío de no sentirse cerca. Los obsequios,  las llamadas, los mensajes,  las sorpresas ayudan a que esta distancia no dé motivos para terminar la relación. Lo anteriormente escrito nos pone de manifiesto lo bueno de una relación a distancia,  lo que lo hace más duradero y verdadero.  Cuando hay amor, la distancia está de más; debemos confiar el uno del otro y afrontar juntos la situación que se les presente.  No olvidemos la comunicación, porque este es la raíz para mantener vivo un amor a distancia.

Como todo en esta vida no es color de rosa, y como dice Ricardo Arjona "O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas"; debemos asumir que la distancia puede ser mala o dañina para una relación. En muchas de las relaciones a distancia que hemos percatado en nuestro entorno, logramos deducir que al amor a distancia no resulta, no es factible, no se da, y hasta frase escuchamos como estas: "Amor de lejos,  felices los cuatro" y "Amor de lejos, amor de pendejos".  Esto nos hace hasta sentir mal porque elevamos un pensamiento por esas bonitas parejas que siempre andan juntas, de arriba para abajo,  jamás salen solos, que todo lo hacen juntos, y que de la noche a la mañana, porque uno se va de viaje o va a estudiar lejos,  se acabó lo que maravilloso antes relatado.

A veces, la vida juega y hasta feo con uno,  digo uno, porque a mí me pasó,  tuve una relación a distancia que no se dió; por motivos que escribiré más adelante;  que si hubiese hecho caso omiso,  o me hubiese hecho el loco y escuchara más mi corazón, posiblemente no estuviese escribiendo esta parte del texto.

Mi experiencia a nivel relacional en cuanto a este tema pasó ya hace "rato largo" con una chica de Barquisimeto muy bella para mí,  como  unos ojos que dios se los cuide, unos labios que el solo hecho de verlos dos veces te incitaba a besarla, inteligente, una  manera excelente para hablar y expresarse, con recursos económicos sostenidos; ella no encajaba en mis gustos, para ser sincero, pero aun así, fué mi mejor relación hasta ahora.

Esta chica con adjetivos calificativos que jamás olvidaré fué una experiencia viva del tema que estoy desarrollando el día de hoy, pero que lamentablemente afectó en el factor no agradable de la distancia. Un consejo para cada uno de ustedes es "jamás dejen que la rutina invada su relación" y "jamás dejen de comunicarse" porque si no "se los llevará el toro por los cachos" como dice el dicho y confirmarán lo que justamente están leyendo.

Mi historia comienza con una torpe comunicación de manera personal suscitada en mi lugar de trabajo,  donde la chica iba a comer casi todos los días y casi todos los días me alegraba mi existencia y hacía que mi día la pasara con  hiperactividad y entusiasmo en mi trabajo. Al cabo de semanas ya habíamos, gracias a la comunicación impartir saberes, cosas que nos gustaban y que no, conocernos (solo lo necesario), compartir, hablar temas de interés y hasta contar chistes para pasar un buen rato agradable.

Después pasa para mí, una de las cosas que más quería en ese momento, es de ser parte fundamental en su vida y ser el privilegiado para ser su novio. Todo al pasar el tiempo iba muy bien; como era de lejos no la veía todos los días, lográbamos vernos casi todos los fines de semana, ella venía de allá y la visitaba a su casa, salíamos y conversábamos largo rato de nosotros y temas de interés.

La comunicación vía mensajes y llamadas era constante y la relación iba bien,  hasta que llegó la mamá de los males en una relación de pareja.  Un mal que hace daño, que trae consigo de acompañantes a sus compinches, la "desconfianza" y el "desinterés",  la no tan bendita RUTINA,  que hace y deshace si tú lo permites, que si dejas que entre en la relación  va cortando todo a su paso, desde la comunicación hasta la misma relación. Cuando la primera de sus compinches aparece, crea dudas en la cabeza,  más si solo conoces lo necesario de la otra persona. Tu mente maquina el que estará haciendo lejos de ti, con quien estará y donde estará. Tu punto a favor que es contraria a esta maldad es la confianza, pero si se siente sola y no logras creer en lo que sientes y en el amor de los dos, ella no podrá resolver esa situación. Luego que tu cabeza va a explotar y no es después que bebés una fiesta,  si no después de tanto pensar y maquinar tonterías, aparece el desinterés,  que evita a cualquier costo y esfuerzo el ver a esa persona y estar pendiente de ella,  te aleja y logra distanciarte,  éste hace que todo a tu alrededor parezca interesante y te olvides lo primordial que es tu pareja.

Ya después que mi mente y alma estaban invadidos de estos males, empezó a decaer la relación,  aunque nos manteníamos firmes,  éstos males ya habían penetrado como el cáncer, el amor que sentíamos y pasó lo que trae como consecuencia final o como el cáncer terminal la muerte pero en esta ocasión de la relación.

Después que estos factores  acabaron con la relación, me dije a mi mismo que no volvería a darle paso a la mamá de los males y evitar en lo posible que aparezca en una de mis relaciones. Haré lo contrario a la rutina, a la desconfianza y el desinterés.

La familia sufre de las consecuencias de la distancia; en ocasiones,  no comprendemos que si se presenta la distancia debemos aceptarla, comprenderla, asumirla y entenderla; los motivos son variados,  puedo hablar de cuando un miembro de la familia se distancia por estudios en otro estado o lejos de donde está,  por problemas personales, o porque ya cumplió su misión aquí en la tierra y Dios la necesita allá en lo más alto.

Cuando hablamos de los estudios,  poco comprendemos que debe hacerse para el bien común, tanto para el que le toca alejarse como para la familia; además,  es por un tiempo prolongado, mientras hace su carrera y logra estabilizarse en una profesión.  En el caso se distanciarse por trabajo pasa algo similar a lo antes escrito pero en vez de profesión, logre estabilizarse económicamente.

Por problemas familiares suele pasar en muchos de los casos que deben separarse; bien sea,  porque lo corrieron de la casa,  no hizo nada para ayudar en casa, no cumplió con su rol en la familia, por meterse con cosas que no le pertenecían y otras más que a su imaginación les llegue. A la que si nos cuesta entender hasta después que pasa el tiempo es a la distancia que se presenta cuando un familiar fallece y se aleja de nosotros para siempre; que dolor, nostalgia, sentimiento, recuerdos, experiencias vividas y demás pasan por nuestra mente al recordar a esa persona especial que le tocó irse porque así lo quiso Dios. En esta última debemos asumir la situación y aprender a vivir con ella,  viviendo de los recuerdos maravillosos y enseñanzas impartidas. Recuerda que así lo quiso Dios y él sabe porque hace las cosas; un pensamiento vano diría,  que mide la fuerza y la voluntad que tienes para afrontar los dolores de la vida y esas situaciones que por ley debemos superar.

           Este tema es reflejo de muchas experiencias en mi entorno y experiencias vividas. Como sea que hayas comprendido acerca del tema, debemos practicar la comunicación en las relaciones, comprender las situaciones difíciles que se te presentan; entender que si hay distancia debe haber un motivo y en algunos casos,  un tiempo prolongado. Solo debes afrontar la situación con la cabeza fría y la mirada puesta hacia el frente. La vida te enseña cada día y tú debes prestar atención a todas las maravillas que ella te ofrece. 

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