En esta ocasión hablaré de un tema que es de mucho
interés para muchos, para otros un tema para dejarlo a un lado o una cadena de
pin que ni siquiera leerás. Realmente lo hago por una petición y espero sea de
gran ayuda, motivación e interés para el lector que decida tomar un poquito de
su tiempo.
En un consenso con unos compañeros logramos definir esta
palabra: La distancia es la longitud de separación existente entre dos puntos
en el espacio.
La distancia puede presentarse de diferentes maneras:
Distancia en lo relacional, en lo familiar, en amistades y a nivel
personal. En este tema lograré abarcar
cada uno de estos puntos ya que me pidieron el favor que hablará del
mismo.
Agradecimientos a las personas que lean este
tema, en especial a aquella persona que
se siente distanciada de un familiar muy querido, que desea motivarse y además
quiere saber desde mi punto de vista que es para mí la distancia y como lo
relaciono en los puntos antes descritos.
Desde muy pequeños nos enseñan de una manera no tan
clara lo que es la distancia; me hacen recordar cuando estaba en esa época de
infancia y se elegía un día determinado para cantar en las afueras de un
colegio el himno nacional y nos exigían que tomáramos distancia y a mi mente se
venía está frase: "... Chicos tomen distancia... ", recuerdo que
extendíamos los brazos en el hombro del que se encontraba al frente para
separarnos y poder cantar el himno; diría que este fue mi primera definición de
distancia.
En la misma infancia aprendí a tomar distancia cuando
llegaba la familia a la casa y nos separaban de las primas, ya que nos decían: "cuidado, cuidado que
entre primo y prima se exprimen"; nos alejaban o separaban de nuestras
primas porque pensaban que podía pasar algo; pues a esa edad que mal va a pensar uno, pero que se le hacía, debíamos hacer caso y así lo hice.
A medida que vamos creciendo también crece nuestro
intelecto, y menos mal porque si no, aún extendería mi brazo para cumplir dicha
definición. Después que estamos en determinada etapa las cosas que no sabíamos
y nos inquietaba la mente, solo debíamos
recurrir al diccionario; por tal motivo y gracias a ello sé que es la
distancia.
Una anécdota de la distancia fue en bachillerato y escuché que se debía
"guardar distancia"; en su momento no captaba y no entendía porque se
guardaba la distancia, hasta que observé a una pareja en el liceo y llega un
tercero y se hace presente, uno de los personajes le exige que guardara
distancia con su novia porque si no iba tener un problema; hasta entonces
aprendí y yo también guarde distancia cuando habían parejas. En el mismo
bachillerato aprendí de la distancia en una materia que se dice que es una de
las "maría", en la cual me
gustaba en su momento.
Un punto que no nos gusta tocar pero que la
practicamos mucho es la distancia personal, el alejarnos de las personas para
ese encuentro de tú a tú contigo mismo,
este punto debemos asumirlo para nuestro bien; a veces, es bueno decidir
y elegir lo que nos gusta y lo que no,
distanciarnos de las cosas malas que en nuestro cuerpo y dentro del
corazón habita; así como el yoga permite el equilibrio personal a través de la
concentración, así debemos distanciarnos de nosotros mismos para buscar
concentración profunda y lograr entender las situaciones que nos agobia y nos
asfixia, para darle solución pronta y alegre.
Muchos de nosotros cuando sentimos un peso encima o
queremos despejar la mente para no pagarla con cualquiera, tomamos distancia de
las personas para así no meterlas en nuestros asuntos y evitar daños
mayores. Este tipo de distancia solo se
logra cuando estamos full de distracciones,
problemas y cuando estamos decaídos con nuestra autoestima. En lo referido anteriormente es difícil
pensar con la cabeza fría para poder alejarnos y distanciarnos de la
situación. A veces metemos a todo el
mundo en nuestros problemas, contamos,
hacemos y deshacernos con alguien buscando una ayuda superficial o mejoramiento
personal siguiendo unos patrones y ejemplos de los demás. Algo que he aprendido
desde hace poco es: "... El ser humano es causa de sus propios problemas y
también es la solución de los mismos..."
Cuantos de nosotros decimos y contamos los problemas a
nuestros amig@s, vecin@s, familiares buscando una posible solución con
sus palabras pero no teniendo éxito; a veces, sin contar que ellos también
podrían tener los suyos más o menos fuertes que los de nosotros, aunque no nos
importe eso, aun así vamos y le acumulamos los nuestros; para mi criterio
personal, esto no me parece justo ni debe hacerse. Todo debe mantenerse en secreto, debe mantenerse en nuestras
"goteras"; cumpliendo con el dicho que dice "... Nadie debe
saber la gotera que hay en mi casa..."
Cómo cada cabeza es un mundo y que cada loco con su
cuento, podemos interpretar que aparte
de nosotros hay personas que padecen, sienten
y sufren de este tipo de situaciones que nos alejan de los demás y de
nosotros mismos. Debemos considerar a cada persona y respetar sus
"goteras", no podemos llegar de la noche a la mañana a alguien para
contarle algo que tal vez ni le importe,
no pueda ayudarte, no quiera hacerlo y como pasa muchas veces no sabe
cómo hacerlo.
El hecho de desahogarse con alguien no quiere decir
que el otr@ va a solucionarlo, hay que saber buscar en determinadas personas la
ayuda que necesitas. Un psicólogo es una
persona preparada y la adecuada para este tipo de situaciones, en estas
personas lograrás una mayor liberación y lograrás centrar tus ideas para así
solucionarlas con tus propios medios.
Cabe destacar que también de las amistades nosotros
tomamos distancia, más cuando vemos en ellas que tienen otras intenciones que
no concuerdan con los nuestros; los amigos son lo mejor que ha existido hasta
ahora, pero hay casos de casos que nos impiden a confiar plenamente en una
persona. De esas amistades que son
dañinas debemos alejarnos porque podrían con su insistencia causarnos
problemas; sabemos que uno mismo es el que echa a perder pero hay momentos en
que esos personajes insisten demasiado y caemos por no despreciarlo, dejarlo
con la mano extendida, con la palabra en
la boca y porque también a la final queremos.
A nivel relacional la distancia juega dos factores,
las cuales pueden ser: Buenas o malas.
Dentro de cada criterio debemos entender cuál para nosotros es la
adecuada. Para unos es fortaleza y para otros es olvido o la etapa culminante
de la relación. Debemos asumir con la cabeza en alto estos dos factores que
podrían ayudarnos o empeorar la relación.
La distancia en la relación, fortifica lo que siente
el uno del otro, aferrándose de la
confianza y comunicación. Quien toma
distancia arriesga muchas cosas y posibles situaciones un tanto difíciles; pero
para quien AMA de verdad estos obstáculos pueden vencerse... Hay amores a
distancia de las cuales ha funcionado a pesar del tiempo en el que se ha
invertido. Tampoco es una distancia
permanente, solo que por motivos de
estudio, trabajo o familia debe alejarse
un poco de tu lado. Como dije anteriormente la comunicación es esencial para
que una relación de este tipo se dé; pero como sabemos, no solo de palabras vive el ser humano, también debemos hacer el esfuerzo para
acercarnos a esa persona; las visitas a
donde esté alegra y logra llenar el vacío de no sentirse cerca. Los
obsequios, las llamadas, los mensajes, las sorpresas ayudan a que esta distancia no
dé motivos para terminar la relación. Lo anteriormente escrito nos pone de
manifiesto lo bueno de una relación a distancia, lo que lo hace más duradero y verdadero. Cuando hay amor, la distancia está de más;
debemos confiar el uno del otro y afrontar juntos la situación que se les
presente. No olvidemos la comunicación,
porque este es la raíz para mantener vivo un amor a distancia.
Como todo en esta vida no es color de rosa, y como
dice Ricardo Arjona "O aprendes a querer la espina o no aceptes
rosas"; debemos asumir que la distancia puede ser mala o dañina para una
relación. En muchas de las relaciones a distancia que hemos percatado en
nuestro entorno, logramos deducir que al amor a distancia no resulta, no es
factible, no se da, y hasta frase escuchamos como estas: "Amor de lejos, felices los cuatro" y "Amor de
lejos, amor de pendejos". Esto nos
hace hasta sentir mal porque elevamos un pensamiento por esas bonitas parejas
que siempre andan juntas, de arriba para abajo,
jamás salen solos, que todo lo hacen juntos, y que de la noche a la
mañana, porque uno se va de viaje o va a estudiar lejos, se acabó lo que maravilloso antes relatado.
A veces, la vida juega y hasta feo con uno, digo uno, porque a mí me pasó, tuve una relación a distancia que no se dió;
por motivos que escribiré más adelante;
que si hubiese hecho caso omiso,
o me hubiese hecho el loco y escuchara más mi corazón, posiblemente no
estuviese escribiendo esta parte del texto.
Mi experiencia a nivel relacional en cuanto a este
tema pasó ya hace "rato largo" con una chica de Barquisimeto muy
bella para mí, como unos ojos que dios se los cuide, unos labios
que el solo hecho de verlos dos veces te incitaba a besarla, inteligente, una manera excelente para hablar y expresarse,
con recursos económicos sostenidos; ella no encajaba en mis gustos, para ser
sincero, pero aun así, fué mi mejor relación hasta ahora.
Esta chica con adjetivos calificativos que jamás
olvidaré fué una experiencia viva del tema que estoy desarrollando el día de
hoy, pero que lamentablemente afectó en el factor no agradable de la distancia.
Un consejo para cada uno de ustedes es "jamás dejen que la rutina invada
su relación" y "jamás dejen de comunicarse" porque si no
"se los llevará el toro por los cachos" como dice el dicho y confirmarán
lo que justamente están leyendo.
Mi historia comienza con una torpe comunicación de
manera personal suscitada en mi lugar de trabajo, donde la chica iba a comer casi todos los
días y casi todos los días me alegraba mi existencia y hacía que mi día la
pasara con hiperactividad y entusiasmo
en mi trabajo. Al cabo de semanas ya habíamos, gracias a la comunicación
impartir saberes, cosas que nos gustaban y que no, conocernos (solo lo
necesario), compartir, hablar temas de interés y hasta contar chistes para
pasar un buen rato agradable.
Después pasa para mí, una de las cosas que más quería
en ese momento, es de ser parte fundamental en su vida y ser el privilegiado
para ser su novio. Todo al pasar el tiempo iba muy bien; como era de lejos no
la veía todos los días, lográbamos vernos casi todos los fines de semana, ella
venía de allá y la visitaba a su casa, salíamos y conversábamos largo rato de
nosotros y temas de interés.
La comunicación vía mensajes y llamadas era constante
y la relación iba bien, hasta que llegó
la mamá de los males en una relación de pareja.
Un mal que hace daño, que trae consigo de acompañantes a sus compinches,
la "desconfianza" y el "desinterés", la no tan bendita RUTINA, que hace y deshace si tú lo permites, que si
dejas que entre en la relación va
cortando todo a su paso, desde la comunicación hasta la misma relación. Cuando
la primera de sus compinches aparece, crea dudas en la cabeza, más si solo conoces lo necesario de la otra
persona. Tu mente maquina el que estará haciendo lejos de ti, con quien estará
y donde estará. Tu punto a favor que es contraria a esta maldad es la
confianza, pero si se siente sola y no logras creer en lo que sientes y en el
amor de los dos, ella no podrá resolver esa situación. Luego que tu cabeza va a
explotar y no es después que bebés una fiesta,
si no después de tanto pensar y maquinar tonterías, aparece el
desinterés, que evita a cualquier costo
y esfuerzo el ver a esa persona y estar pendiente de ella, te aleja y logra distanciarte, éste hace que todo a tu alrededor parezca
interesante y te olvides lo primordial que es tu pareja.
Ya después que mi mente y alma estaban invadidos de
estos males, empezó a decaer la relación,
aunque nos manteníamos firmes,
éstos males ya habían penetrado como el cáncer, el amor que sentíamos y
pasó lo que trae como consecuencia final o como el cáncer terminal la muerte
pero en esta ocasión de la relación.
Después que estos factores acabaron con la relación, me dije a mi mismo
que no volvería a darle paso a la mamá de los males y evitar en lo posible que
aparezca en una de mis relaciones. Haré lo contrario a la rutina, a la
desconfianza y el desinterés.
La familia sufre de las consecuencias de la distancia;
en ocasiones, no comprendemos que si se
presenta la distancia debemos aceptarla, comprenderla, asumirla y entenderla;
los motivos son variados, puedo hablar
de cuando un miembro de la familia se distancia por estudios en otro estado o
lejos de donde está, por problemas
personales, o porque ya cumplió su misión aquí en la tierra y Dios la necesita
allá en lo más alto.
Cuando hablamos de los estudios, poco comprendemos que debe hacerse para el
bien común, tanto para el que le toca alejarse como para la familia;
además, es por un tiempo prolongado,
mientras hace su carrera y logra estabilizarse en una profesión. En el caso se distanciarse por trabajo pasa
algo similar a lo antes escrito pero en vez de profesión, logre estabilizarse
económicamente.
Por problemas familiares suele pasar en muchos de los
casos que deben separarse; bien sea,
porque lo corrieron de la casa,
no hizo nada para ayudar en casa, no cumplió con su rol en la familia,
por meterse con cosas que no le pertenecían y otras más que a su imaginación
les llegue. A la que si nos cuesta entender hasta después que pasa el tiempo es
a la distancia que se presenta cuando un familiar fallece y se aleja de
nosotros para siempre; que dolor, nostalgia, sentimiento, recuerdos,
experiencias vividas y demás pasan por nuestra mente al recordar a esa persona
especial que le tocó irse porque así lo quiso Dios. En esta última debemos
asumir la situación y aprender a vivir con ella, viviendo de los recuerdos maravillosos y
enseñanzas impartidas. Recuerda que así lo quiso Dios y él sabe porque hace las
cosas; un pensamiento vano diría, que
mide la fuerza y la voluntad que tienes para afrontar los dolores de la vida y
esas situaciones que por ley debemos superar.
Este tema es reflejo de muchas experiencias en mi
entorno y experiencias vividas. Como sea que hayas comprendido acerca del tema,
debemos practicar la comunicación en las relaciones, comprender las situaciones
difíciles que se te presentan; entender que si hay distancia debe haber un
motivo y en algunos casos, un tiempo
prolongado. Solo debes afrontar la situación con la cabeza fría y la mirada
puesta hacia el frente. La vida te enseña cada día y tú debes prestar atención
a todas las maravillas que ella te ofrece.
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