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Sueño.

Sueño.

Sueño.

                Que sensación más horrible este sueño que me acaba de despertar; desperté temblando,  sudando y llorando como un niño c...
Commentarios febrero 01, 2014
Sueño

                Que sensación más horrible este sueño que me acaba de despertar; desperté temblando,  sudando y llorando como un niño chiquito cuando le quitan algo que ha tenido siempre y se lo arrebatan de las manos.

                Esto a mi me pasó esta madrugada y me hace pensar muchas cosas; mi mente se siente pequeña y mi corazón echo trizas; esto jamás de esta magnitud me había pasado, no se porque hoy tuve que pasar este mal rato…  Pero me ha puesto "piensa que piensa" por lo acontecido.

                Trataré de narrar mi sueño y pido a Dios no equivocarme,  lo escribo ahorita porque me acaba de pasar y tengo los sentimientos vivos para hacerlo. No tengo hora específica,  y creo que hasta tuve varios sueños; la verdad no se,  lo que si se que éste me tiene "cabezón" y lo haré con todo el corazón

                Estábamos mi madre, mi bisabuelo,  mis tíos,  sus esposas y mis primos en el campo donde, justamente mi ñita (como le digo desde niño a mi madre) y yo pasamos los mejores momentos de descanso y disfrute. Mi bisabuelo decide meterse a la hacienda para cortar camino y llegar hasta la casa de mis tíos que se encuentra abajo y decidimos mi ñita y yo acompañarlo.  Mi bisabuelo es muy mayor y caminaba en bastón,  mi madre tan bella como siempre y caritativa,  una virtud de ella escondida y que muy pocos conocen a fondo porque la esconde tras groserías, risas, repugnancia y valga el término vulgar "jodedera", y yo, un chamo que iba al campo a descansar y a no hacer  fuerza por motivos de un granuloma formado por una reacción  de  mi cuerpo a los antibióticos después de mi operación. Continuando con el sueño, decidimos bajar y en el trayecto,  de lo alto se mueven las ramas muy agitadas y cada uno se estremece esperando y deduciendo en nuestras mentes el ¿qué será?  Mi bisabuelo dice que es una culebra y que nos quedáramos quietos para que pasemos desapercibidos; yo la veo pasar frente a mis ojos, una malvada pero reluciente serpiente verde amarillento, como una de las del tipo "lora" pero un poquito gruesa, de cómo un metro aproximado de longitud y que se aleja en su momento de nosotros; por un momento dije que bien que se vaya, que vaya a joder a otro lado; pero no se si fui yo quien la llamó con esa mala intención o la rama que mi ñita estaba pisando que al hacer el mínimo movimiento "chasquea" lo cierto es que la condenada asustada sube  velozmente a un árbol y desde allí empieza lo que puedo decir ahorita "mi peor sueño" y desciende de igual manera y logra lanzarse a mi ñita y la muerde en la espalda, atónito por lo acontecido decido quitarle rápidamente a la "condenada" que no podía moverse después del morder, agarro esa culebra y la lanzo a un costado de donde nos encontrábamos; para mi sorpresa, cuando la lancé fué, que no hice con la fuerza que acostumbro a tener y logra escabullirse entre las ramas y vuelve a hacer daño a mi querida y linda madre y esta vez lo hace en el pecho, molesto y con ganas se matar a ese animal vuelvo a agarrarla y la lanzó al otro costado y pasa lo mismo que lo anterior,  no me sale con fuerza suficiente y hace lo mismo, esta vez y por último muerde a mi ñita en el cuello y cae al piso y de ahí no me acuerdo que pasó con mi bisabuelo,  solo me importaba en ese momento mi madre y lo que le estaba pasando. Decido con mis apellidos revueltos agarrar a la culebra y la lanzo con todo lo que tenía de fuerza y por fin la mando muy lejos del lugar donde estábamos.  De ahí asustado y llorando cargo a mi madre y bajo corriendo para que mis tíos,  ellos asustados corren a ver lo acontecido y me auxilian,  yo en ningún momento suelto a mi ñita; mi tío saca la camioneta y la monto para ir "a lo que da el acelerador"  al hospital que se encuentra cerro abajo y a una hora aproximada del sitio. Cuando llegamos, corro con mi ñita en mis brazos a buscar a un médico que la atendiera rápido y digo "... Un médico por favor para mi madre que le acaba de morder una culebra... ", "... oigan es con ustedes... ", "... Aló Aló un médico por favor..." ,  "... es mi madre la que se está muriendo..."; un alma de buen corazón recibe a mi madre y la llevó a no se para donde, lo cierto es que me dijo que todo iba a estar bien y que tuviera paciencia y que confiara en Dios. Uno en esos momentos con la cabeza caliente, exaltado, asustado, llorando lo que menos piensa es en Dios ; yo, a los pocos minutos reacciono y digo "el doctor sabe lo que hace,  me calmare y pediré a mi Dios que me la salve"; desde donde estoy imploro,  pido y hasta le exijo a la majestuosidad de lo alto que le de sabiduría a los doctores y que la Virgencita cubra con su manto a mi madre y que la acoja mientras le hacen lo que deban hacerle para salvarla.

                Mis tíos,  mis primos y demás familiares llegan hasta el hospital al rato de lo acontecido y me brindan su apoyo y nos llevan comida y hacemos turno para cuidar a mi madre mientras nos bañamos,  comíamos y lográbamos despejar un poco la mente. Mi cabeza vuelta un "8" no descansa y se pone a "maquinar" muchas cosas, entre ellas buenas y malas de la situación  y con los sentimientos que guardaba por lo que había pasado.

                Cuando decido medio comer y lavarme la cara tan siquiera,  un primo me dice que mi mamá no despierta y que la tienen en un cuarto;  logro ver a mi hermano llegando de la nada y me dice que lo acompañe afuera que iba a comprar algo,  no se quien le dijo lo que pasó, yo no fui porque mi mente estaba dónde estaba mi ñita,  lo bueno, es que me alegró verlo; lo acompaño y observo que compra maní y me dice que eso es algo para mi madre que no podía resistir, olfatearlo , comerlo y desconcharlo era una de las cosas que más le gusta.  Al acercarnos al cuarto veo a mi madre quietecita, acostada y con las mordidas un poquito moradas, lloro y se me viene a la mente tantas cosas que mi madre me ha hecho en esos momentos difíciles y que no perdía tiempo haciendo esto, haciendo aquello para curarme o simplemente, hacerme sentir mejor y yo con la impotencia de no saber que hacer o decir,  observo que mi hermano saca y abre la bolsa de maní y escucho una repugnancia que me alegro la vida,  el momento e hizo que el sueño valiera la pena, escucho "...  Quita eso de mí que no puedo comerlo porque me duele el cuello...”; hago un gesto de agradecimiento a Dios,  a mi hermano y un alivio a mi mismo por escuchar esas palabras no tan agradables para muchos, pero en ese momento para mi si lo era. Me colocó en la parte inferior de la cama y acurrucado en llanto pero esta vez de alegría le acaricio los pies a mi madre pasando por el pulgar del pie hasta el meñique;  ese dedo chiquito y feo que tiene y que ella misma dice que es feo.

                Al cabo de varios minutos concentrado en lo mío, mi ñita pregunta ¿quien me trajo para acá? ¿Que si fue en camioneta o en carro?  La verdad  no entendí muy bien porque preguntaba eso, entonces un tío dice que el la había traído de su casa hasta el hospital en camión pero que los méritos eran para mi porque yo la cargue desde la hacienda hasta abajo a su casa; me percato que fue un gesto no tan agradable de mi ñita y hasta un cierto disgusto noto en su mirada que sin mediar palabras me dice "porque coño la cargue, que no puedo hacer fuerza, que me va a hacer daño el haberme cargado,  etc. "; esas palabras eran música y alivio para mis oídos; escuchar a mi madre, discutir y regañarme porque hice fuerza, me hizo sentir tan bien que corrí a abrazarla y a besarla porque sabía que ya lo peor había pasado, que se mejoraría muy pronto; también el doctor me lo confirma cuando estoy en el regazo de mi madre dándole besos y abrazos.


                Algo así fue lo que pasó en mi sueño; cuando logró despertar, con los ojos llenos de lágrimas,  agitado y sudado, abro mis ojos y la tengo a un lado, que alegría pensar que sólo era un sueño; la abrazo fuertemente y escucha el "jipeo" que sale después que uno llora y se despierta y me pregunta que ¿que pasó? ¿Que si tengo calor,  que si prendo el aire, que porque estoy agitado? ¿Que porque estoy así? Le respondo de la manera que puedo y le susurro que había soñado algo muy feo; me pregunta que fue y sigo diciendo que era muy feo y que menos mal era sueño, insistente me dice que ¿que fué? y le digo que había soñado que le había mordido una culebra y la abrazo más fuerte recostado en su pecho. Me calma como ella muy bien sabe hacer y espera que poco a poco agarre el sueño otra vez y que olvidara el sueño que tuve. Antes de no saber lo que pasó después escucho un jipeo suave pero profundo, me junto más a su regazo y después me dejo vencer por el sueño confiando en que nada jamás paso, que la tengo viva y que me cuida y protege mientras descanso. 

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