-->

14 De Enero De 2015

14 De Enero De 2015

14 De Enero De 2015

    Por segundo año y gracias a Dios, esta historia continua siendo escrita por ambos personajes que se quieren de una manera sincera, ...
Commentarios diciembre 13, 2015

    Por segundo año y gracias a Dios, esta historia continua siendo escrita por ambos personajes que se quieren de una manera sincera, obedeciendo los misterios de la vida misma y las decisiones de una fe basada en Dios y la Virgen Santísima.

    Desde el primer encuentro; los chicos aun siendo amigos, disfrutaron de un día maravilloso en la procesión de la Divina Pastora (relatado en detalle anteriormente en el capítulo ***), donde sus lazos de unificaron increíblemente hasta llegar a este presente, todo gracias Dios, la Virgen y a la petición del chico de obtener la felicidad. En esta oportunidad hay una diferencia notable y es la que este año el chico y su amiga tienen una relación sentimental. Es por ello que desde ahora les diré: "...La bella y el feo..." Más adelante sabrán el motivo del mismo. 

       Este capítulo empieza días antes del 14 de enero, donde se hacen los preparativos para ir en compañía de varios amigos a la procesión de la Divina Pastora como el año pasado. En los preparativos se debía asegurar la hora de salida, si se podía llevar una comida completa y finiquitar el uso de una franela para identificarnos. Como cada año, los días pasaron y nada que se definía con los demás amigos. Llego cierta oportunidad en que la bella opta por decirle al feo que si ellos podían sacar la franela que los identificara, a él le pareció muy buena idea y toman la iniciativa para después decirles a los amigos. Al cabo de varios días ya tenían las franelas, pero solo ellos, ya que el resto no podía. Llegado el día más esperado y la hora señalada, el feo busca a su bella a su casa con su franela puesta y los demás insumos que iban a necesitar para tal viaje, satisfactoriamente estaba lista, salen y se reúnen con los demás amigos para de una vez irse al terminal de pasajeros y empezar así su gran día. Mientras el autobús toma las vías para el lugar destinado, cada quien se encomienda a sus creencias esperando que todo salga bien pidiendo la bendición de Dios Padre. Después de ello, cada quien en su puesto, se toman fotos y bromean para no darle paso al sueño. La bella y el feo se sientan juntos; éste le da tantas atenciones a su bella, que al cabo de varios minutos surge algo inesperado para el chico; el feo de tantas atenciones, obviaba el frío que sentía él en ese momento, ella le pide de una manera franca que dejara de hacerlo; esto dejó al feo fuera de lugar y hace que se sienta mal. Al cabo de unos minutos ella saca un paño blanco y se las coloca a su feo en las manos, para que no sintiese frío. Algo que agradeció el chico y entendió el por qué el comentario anterior. Todo esto paso en el autobús.

    Llegado al sitio toman el atajo de costumbre y se adelantan a la travesía que les aguardaba. Igual que el año anterior, todos juntos se toman fotos y de vez en cuando unas individuales; al momento de llegar al recinto sagrado, observan que este año las cosas estaban más difíciles para acercarse a la Divinidad. Esto no es impedimento para varios del grupo, menos para la bella y el feo, ya que tienen la osadía de ir. Pidiendo permiso de manera educada a varias personas, esperan el momento idóneo para adelantarse y estar más cerca de lo cometido. Pasado varios minutos juntos logran lo que querían, se toman un tiempo personal y hacen lo que su corazón les manda. El chico nuevamente agradece por tantas bendiciones y agradece en especial el favor concedido un año atrás. Pide encarecidamente a nivel sentimental esto: "...Divina Pastora no sé si es ella, pero me encantaría que lo fuera..." después pide en voz del corazón sus otras peticiones personales y sentimentales. Él logra abrazarla y da muchas gracias por ese momento. Después retornan donde están los demás, los amigos al ver lo difícil que es entrar, deciden no hacerlo. Más bien; aprovechan la hora para desayunar todos al sitio de costumbre,  dan gracias por la comida y se degustan lo que cada quien trajo. Luego de ello, reposan y se toman otras fotos para luego continuar la travesía futura. Antes de avanzar con la Divinidad deciden ver unos recuerdos y la bella decide actualizar la pulsera de hace un año, un recordatorio inolvidable para ella. El feo le compra un detalle a su bella, como muestra del amor, cariño y afecto que sentía por ella. Después de los detalles, el grupo se adentra en cadena y tomados de la trabilla del pantalón del que estaba adelante empieza la odisea para caminar en la procesión. Al llegar al arco el grupo decide hacer un Rosario de rodillas por Peticiones personales y por los demás. El feo se arrodilla junto a varios del grupo, mientras que la bella le acompaña al lado y con un papel le ofrece brisa para darle ánimos y fuerzas para culminar tal reto. Terminado el Rosario, siguen en cadena, saludan a varios amigos en el camino, plasman esos recuerdos en fotos y continúan al sitio destinado para esperar a la Virgen. El feo a cada momento le preguntaba a su bella si le hacía falta algo, que si tenía hambre o sed para conseguir lo que requería, ella muy gentilmente decía que estaba bien. Hubo momentos que aceptaba bebidas para hidratarse y continuar. Caminan todos juntos; el feo y su bella en varias oportunidades lograban tomarse de la mano, se abrazaban, jugaban entre ellos, se besaban y demás. En fin, se daban muestras de cariño, amor y afecto el uno con el otro. 

    En cierto momento se suscitó unos comentarios que llamaron la atención de todos. Era como una especie de broma que se hacían, como iban dos parejas y dos pares de amigos, las bromas a todos les caían. A los que tenían relación se les inventaba una mujer cuando una de las partes salía al baño o a buscar bebidas. A los que no tenían relación se les trataba como si lo estuvieran. Al feo le inventaron una mujer morena, cabellos rizos y muy bonitos de cuerpo. Cada quien debía aguantar la broma, pero el feo en su primer momento no lo aceptaba. Eso se mantendría durante el día. A la hora del almuerzo no sabían dónde sentarse a comer, ya que cada sitio estaba full, cada pared y cada espacio verde estaba abarrotado de gente. De tantas vueltas se posan en un árbol que proporcionaba sombra, sus raíces y sus frutos que eran grandes y pesados, les sirvieron de silla para así poder comer. Todos comen y reposan mientras esperan que pase la imagen de la Divina Pastora cerca de donde ellos estaban.

    Al momento de que la multitud se levanta, los chicos sabían que ya venía la imagen y debían formarse en cadena para lograr verla pasar en frente de sus ojos. Cuando eso pasa,  los chicos se llenan de ánimos y una alegría invade en sus corazones, alegría y regocijo que los motiva a caminar juntos para estar lo más cerca posible. Como era demasiada gente, se les dificultaba cumplir lo que querían. Así que toman un atajo para adelantarse. Mientras lo hacían, se hidrataban y seguían en cadena. Al cabo de un rato descansan en las cercanías de un centro comercial, aprovechan de  ir  al baño, platican, se toman otras fotos, siguen con el juego de las relaciones ficticias y a comprar cosas para el camino. 

    Siguen la travesía y se deciden esperar a la imagen de la Virgen más adelante. Cuando logran llegar a un acuerdo, se toman otro descanso; esta vez en un lugar más tranquilo y fresco, cada quien se apoya en la espalda de otro para descansar. La bella le pide al feo que se colocase detrás de ella para apoyarse, él corresponde a su petición, después que ella esta cómoda, el feo le dice muchas cosas bonitas y entre ellas le dice que estaba bella, que no se cansaría de decirlo. Ella le dice esto y cumple con lo que se escribió en el principio de la historia: "...Si yo soy bella,  tu eres el feo..." el chico se sonríe y comenta acerca del cuento de la bella y la bestia, que es mejor el título que ella le daba que el del cuento. Así que seré el feo dijo el chico. Pararon el descanso y los chicos se encaminan hacia el otro sitio sagrado donde se colocará la imagen para venerarla y rendirle los honores que se merece. Las muestras de cariño en ningún momento cesaron, cada vez aumentaba, pero con el debido respeto que ameritaba. 

     Luego de varias horas caminando los chicos llegan al lugar sagrado, se animan con los Cantos que se escuchaban y toman fuerzas para esperar la imagen. Mientras unos descansan, otros dan unas vueltas, recorren las cercanías y traen bebidas para todos. La bella le pide al feo que lo acompañe a comprar algo,  el accede y le pregunta que más o menos buscaba para ayudarla. Ella le dice y se ubican en los puestos de ventas. En un momento determinado la bella toma algo muy bonito, lo paga y se le acerca al chico para así colocárselo. Una cadena es el obsequio que la bella le daba a su feo. Con un asombro y satisfacción él le agradece en palabras y lo sella con un beso. Después de reaccionar por tal detalle, él le pide a su bella que elija algo para ella, pero ella le dice con voz desafiante que si es algo que quería regalarle, debía elegirlo el mismo. Tales palabras impactaron al feo; como sabía sus gustos le atina a una bonita pulsera de color morado, él sabía que ese color le gustaba, así que lo compró y se lo colocó en su brazo. Esto es otra muestra de cariño de ambos y del sentimiento que en ellos se manifestaba. 

     Después de haber superado el reto con mucha alegría, ambos deciden acercarse al grupo nuevamente. Al llegar y conversar un poco; el feo le pide en voz baja y casi en susurro a su bella que si podía pedirle algo, ella le dice que si era algo fuerte y él sonríe pícaramente acentuando también con la cabeza. Ella dice sí,  pero el chico es quien detiene la conversación para decirle que debía esperar por alguien para que fuese su testigo, que tales palabras no tendrían tanto valor si no fuese por ese alguien. Ella accede pensante ante las palabras. No pasaron muchos minutos cuando en el cielo, se podían ver los juegos pirotécnicos, escuchar los gritos de la multitud y los Cantos del Coro y de varias personas, era la imagen de la Divina Pastora que estaba llegando. Todos aplauden y después levantan las gorras haciendo honores a quien justamente pasaba en frente. La veneración demora rato pero no aburre, más bien,  la gente sigue con euforia y alegría. El feo aprovecha la oportunidad para llamar la atención de su bella para continuar la plática. También hace el comentario que ya había llegado la persona y que podía hablar con el corazón. Ella al percibir la intención accede y le pide que continúe. Él se arma de valor, con toda la sinceridad del mundo y con los sentimientos a flor de piel le pide que si le gustaría convertirse en su gran amor. Ella anonadada por las palabras del chico, lo abraza fuertemente, él le acompaña en ese Rico abrazo y le dice al oído algo que sentía desde hace mucho pero que no decía con regularidad. Un TE AMO se escuchó de los labios del chico, un momento único e inolvidable para él. El abrazo se sintió con mayor fuerza, nadie sabe cuántos segundos o minutos pasaron, lo cierto es que cuando se rompe el cálido abrazo le sigue algo mejor y hace que el feo se sintiese la persona más feliz del mundo por unas palabras susurradas en su oído. Tales palabras fueron acompañadas de un respiro profundo que parecía como que lo que seguía era de vital  importancia o que no era fácil de decir, otro TE AMO salió a la luz pública y hace que el mundo se detuviese en ese instante. El abrazo que cesó tomo nuevos horizontes y se apoderaron de ambos chicos por varios minutos más. El chico súper emocionado eleva su mirada al cielo, da gracias como puede y ofrece el momento al verdadero amor que en ambos habitaba. Después de reaccionar por tal maravilla, el chico y su bella toman un tiempo personal para meditar, hacer oración y concentrarse en la veneración de la imagen Divina Pastora. El feo aprovechó para confirmar su fe, pedir pequeñeces personales y dar demasiadas gracias por todas las bendiciones recibidas incluyendo el maravilloso día que estaba pasando junto a su bella.

     A partir de la llegada de la Divina Pastora, lo chicos toman en conjunto la decisión de acordar la hora de retorno a sus casas. Después de un largo rato llega la hora de regresar y retoman su caminata uno detrás de otro para así salir de la multitud.

     Todos ya sabían que iba a hacer difícil tomar el transporte, también sabían que debían caminar rápido. La bella y el feo se adelantan con un par de amigos, hasta llegar al terminal; cuando logran llegar, preguntan a las personas  donde se encuentran la parada del autobús, ellos pueden notar donde está la fila porque hay una gran cantidad de personas. Deciden  formarse juntos; al cabo de varios minutos llega el resto del grupo, ellos se sienten molestos por el hecho de adelantarse (Esa no era la intención de los jóvenes). El feo en todo momento se encontraba atento de su bella; mientras tanto el grupo conversaba, bromeaba y sonreían. Llega el turno de tomar el autobús y lo abordan, la bella y el feo se sientan juntos mientras el autobús empieza su retorno.

     Todos los amigos intentan descansar pero la bella y el feo deciden no descansar para quedarse hablando, juntos conversaron por todo el camino; eso fue un momento interesante y único ya que siempre tenían una plática que decir. Después de llegar, deciden ir al centro comercial para buscar los taxis que los llevaría a sus casas; cuando toman los taxis se dividen en dos grupos. Al fin llegan con bien y gracias a Dios, todos juntos hacen una oración en agradecimiento por el grandioso día. Cada quien se despide y la pareja de jóvenes enamorados se van a casa de la familia de la bella; cuando la misma logra ver a los jóvenes, los reciben con agrado y comienzan con el ciclo de preguntas de rigor como: ¿Cómo les fue? ¿Cómo la pasaron? ¿Cuantas personas estimaban había este año?

     La bella decide ir a su casa y el feo la acompaña, luego de llegar allí se despiden; no solo con un chao, sino de la mejor manera que ellos lo saben hacer. Finalmente el feo agradece a su bella por excelente día y se retira del lugar hasta la próxima ocasión.
Así fue pasando las horas mientras el autobús hacía su recorrido a al destino indicado.

     Después de llegar a la parada del terminal, llegando con bien gracias a Dios, deciden ir al centro comercial para tomar un taxi, esperan varios minutos; cuando les toca el turno se dividen en dos grupos porque todos no cabían en un taxi. Al abordarlo y llegar a la casa de un amigo de los chicos, los chicos hacen una oración, la cual fue iniciada por una de las chicas donde agradece por el grandioso día, piden perdón por lo malo que se hizo y piden que esta caminata les enseñe a mejorar en su vida personal y cristiana. Luego de ello todos se despiden, el feo y su bella se dirige a la casa de la familia de la chica. Al recibirlos con alegría les preguntan ¿Cómo les fue?, ¿Cómo la pasaron? ¿Cómo cuantas personas había este año en la procesión? Al responder las preguntas y finalizado el diálogo, la chica decide ir a su casa, el feo la acompaña. Al llegar a su casa, hablan con el papá de la chica, les cuenta como les fue y como la pasaron de una manera breve, precisa y concisa. 

     Ya estando por largo rato en casa de la chica, llegó la hora de despedirse; una de las partes más difíciles para el feo, ya que entre más pasa tiempo con su amor, mas no quiere separarse de ella. Finalmente lo hace, ellos logran hacer un resumen de los momentos maravillosos juntos y se agradecen por haber pasado un espectacular día; en esta ocasión de una manera especial por la relación sentimental en la que estaban pasando, esperando que se repita esta experiencia por muchos años más.

Comentarios


No hay comentarios